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jueves, 22 de mayo de 2014

Día 219/365: De soplar el viento

Sopla el aire. Ella baila a su son. 

Se mueve suavemente acorde al ritmo que él le marca. Despacio, que si no me caigo, le susurra.

No temas, tu decides. Cuando no puedas más yo paro. 

Ella no quiere que pare, pero está fatigada, no puede seguir la aceleración que él es incapaz de evitar.

Deja de soplar le pide a gritos. Ya es inútil, él no la escucha. 

El viento paró, desapareció con el sol abrasador.


EXIF: Nikon D7000; 1/100; f 14; 50 mm; ISO 100; 0 EV
Iluminación: Luz directa día soleado
Postproducción: niveles, contraste, brillo y equilibrio de color
Espero que os guste.

Hasta mañana,  

1 comentario:

  1. Cuanta razón tienes, el viento sopla y sopla, vapulea las cortinas a su aire, es incapaz de parar, resulta tan ignorante que es incapaz de apreciar al diferencia entre la suave brisa y el azote de su furia. Acabara arrancandolas y mandandolas y marcharan hacia el infinito, donde soplen vientos mejores. A esas tierras cálidas dónde se elabora el lino, se planta y crece con dulce entretenimiento.

    Cuan desagradable resulta el viento aún siendo su brisa embriagadora.

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