Y si te das un paseo por cualquier calle de barrio, de los de toda la vida, la gente camina con sus mejores galas y disfruta de un paseo en familia.
Pero lo importante del domingo, y más en estas fechas venideras, no es el paseo, si no mostrar a todos los vecinos que un año más no hemos tenido que vender esos visones tan preciados, y que la naftalina sigue siendo el mejor conservante.
Parece que hablemos de otra época, u otro momento, pero no. Hoy, domingo de lotería, año 2013, en menos de media hora, vi el mayor número de visones por metro cuadrado en mucho tiempo. No había ninguna fiesta, ni evento importante alrededor, simplemente era domingo y salí a mi paseo habitual a la hora equivocada (o no).
Tan anonadada me quedé que no reaccioné lo suficientemente rápido. Al final la imagen, no es más que un detalle, de esa prenda tan característica que otorga de felicidad y orgullo a quienes lo portan, aunque sólo sea por unas horas.
EXIF: Nikon D 7000; 1/1600; f 2,5; 50 mm; ISO 100; 0 EV Iluminación: Luz sol directa Postproducción: Contraste, niveles, brillo y recorte |
Hasta mañana,
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