Si hay algo que me gusta de las comidas familiares es sin duda la tradicional sobremesa. La nuestra es, al menos, curiosa. No pasa en la mesa jugando a cartas, charlando, o en el sofá delante de la tele. La mayor parte pasa en una antigua sala de juegos, donde los adultos se reconvierten con nostalgia en jóvenes jugadores y los pequeños disfrutan de sus referentes rejuvenecidos.
Si te acomodas en el lugar adecuado, tienes la sensación de estar en una película: con un silencio de admiración de fondo, grandes hombres serios cierran sus negocios ante la mesa de juego.
EXIF: Nikon D7000, 1/60; f 1.8; 50 mm; ISO 100; 0 EV Iluminación: Luz bombilla Postproducción: saturación, niveles, contraste, brillo, virado y recorte |
Espero que os guste.
Hasta mañana,
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