Hay elementos de la naturaleza que da igual de que forma se presenten, en que estado los encuentres, y como sea que los mires, que siempre te van a parecer maravillosos. Si he de elegir uno siempre me quedaré con el agua.
Me relaja, tanto que me hipnotiza en cualquiera de sus formas.
Hoy, de vuelta después de un rato de vida social, después de mucho tiempo encerrada, no me desagradaba sentirla enfríando y humedeciendo cada parte de mi; más bien al contrario, quería que no parara nunca.
Embobada, decidí captar esta imagen abstracta que la luz de la noche en la ciudad y el cristal me ofrecían casi sin querer en un conjunto que armonizaba ese rato de libertad que disfrutaba.
EXIF: Nikon D7000, 1/100; f 1.8; 50 mm; ISO 100, 0 EV Iluminación: Luz de farola Postproducción: claridad, niveles, contraste, brillo y saturación. |
Hasta mañana,
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