Hay caminos fáciles de elegir, y elecciones muy difíciles de tomar. Si además, te ponen trabas y encuentras obstáculos es mucho más cómodo tomar la tangente.
Pero en el fondo da igual. Tus motivos, los obstáculos, las trabas, todo eso deja de existir en cuanto la decisión está tomada; porque al final siempre te quedas con el resultado. Es lo que ves, con lo que convives y nunca sabrás como sería si hubieras decidido de otra manera.
Aún y así, como animales de buenas costumbres te entregas una y otra vez a ese proceso de toma de decisiones, y te encallas en él, en la misma proporción que se amplia esa atractiva tangente.
No lo entiendo, no lo comparto, pero tengo el premio al mayor número de veces sentada delante de mi misma intentando huir por la vía fácil.
Hoy estoy sentada ante la tangente, y los caminos; y todavía dudo cuál será el mío.
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| EXIF: Nikon D7000; 1/60; f1.8; 50 mm; ISO 100; 0 EV Iluminación: Luz luminaria urbana Postproducción: Exposición, niveles, brillo y contraste |
Espero que os guste.
Hasta mañana,
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