Dice el refrán " Martes trece, ni te cases ni te embarques". Normalmente nunca sé en que día vivo, si es martes, si es lunes, no es algo para mi de vital importancia hoy en día. Pero me gusta esa cultura popular de cuando el día tiene alguna histórica superstición culparlo de todo lo que suceda.
Hoy fue martes, de ratos tensos y momentos relajados, pero todo lo que sucedió fue culpa del día, estoy segura. Incluso en el momento álgido de tensión, el reflejo de la luz que apareció, fue la que decidió ser hoy mi imagen del día.
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| EXIF: iPhone5; 1/1200; f 2,4; 4,1 mm; ISO 50; 0 EV Iluminación: Luz indirecta día soleado Postproducción: niveles, contraste y brillo |
Hasta mañana
Y a mi que me encanta el reflejo azulado de la ventana…que suavemente se percibe aún estando esa luz cegadora que domina el ambiente, … ese reflejo que nos permite ver lo que habitualmente suele pasar desapercibido consecuencia de la brillantez que nos rodea.
ResponderEliminarCreo que a veces nuestros ojos captan una cosa pero nuestra mente observa otra.
¡jugarretas del destino?
Más que jugarretas, creo que es la chispa de la vida en los buenos observadores...
EliminarMe encanta esa sensación de pararme detenidamente en aquello que la mayoría ni siquiera va a percibir, simplemente por que la luz brillante les atrae demasiado.