Son dolores que por mucho que uno busque sanar con elementos ajenos no consigue paliar. A veces sólo es necesario sentarse en un silla y pensar. Mirarse adentro, destriparse los síntomas más internos e irlos reparando uno a uno; ya que es lo único que logrará la cura definitiva.
Quizás no es importante para la sanidad tal y como la entendemos hoy, pero si fundamental para que la humanidad y su principal protagonista, el ser humano, sea feliz.
Mi foto de hoy no tiene más objetivo que intentar homenajear esas almas que buscan ser felices; en definitiva que buscan con su medicina invisible sanar tanta crueldad.
EXIF: Nikon D7000; 1/60; f 1,8; 50 mm; ISO 100; 0 EV Iluminación: luz directa de bombilla Postproducción: contraste, niveles, y recorte. |
Espero que os guste.
Hasta mañana,
No hay comentarios:
Publicar un comentario