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martes, 29 de abril de 2014

Día 196/365: De neveras vacías

Dicen que el amor llena las neveras. 

Hay excepciones. 

Hay viajes que están tan llenos de amor que hasta te vacían la nevera. 

Mañana hago un viaje. 

Un viaje lleno de amor.  


EXIF: NikonD7000; 1/60; f 7.1; 27 mm; ISO 100; 0 EV
Iluminación: Luz tungsteno
Postproducción: niveles, contraste, brillo y saturación

Espero que os guste. 

Hasta mañana, 

2 comentarios:

  1. Reconozco que llevo siguiendo este blog desde sus orígenes y que por casualidad descubrí.
    Reconozco que cada día me ha ido encandilando más y más.
    Reconozco que mi osadía para hacer comentarios ha sido tardía, muy tardía, y que la misma pueda hasta molestar.
    Reconozco que hoy me he quedado perplejo por la instantánea del alma desnuda de quien la toma.
    ¿nevera vacía?
    no se yo,
    no será alma llena de esperanza,
    alma totalmente despejada de cualquier tormento pasado, abandonada al destino y que la deja perfectamente preparada por si acaso no regresa.
    Reconozco que los riesgos siempre son fascinantes y uno habitualmente se acobarda ante ellos.
    Reconozco que me fascina esa capacidad de mostrarse a corazón abierto y ser capaz de volver a empezar siempre que sea necesario.
    ¡el amor es maravilloso e impredecible!
    No salvaguardar el más mínimo alimento para el regreso y poder saciar nuestra más vital necesidad ¡simplemente fascinante!
    Lo reconozco ¡viva la nevera vacía!


    PD... y que disfrutes de ese viaje lleno de amor.

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    Respuestas
    1. Me gusta tu manera de verlo, esa capacidad de darle la vuelta a la situación. No hay nada como que otro miré por ti y te descubra una forma de verlo mucho mejor...
      Mi alma llena de esperanza regresó, repleta de emociones nuevas, pero quiso volver y pasó hambre ;-)
      No creo en la casualidad, si en el destino. No molestas, es un placer leerte. Siempre tendrás respuesta, aunque nunca se en que momento.
      Gracias por estar aquí.

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