De esos que te agotan física y mentalmente. Para intentar llevarlo lo mejor posible, salí a la calle a pasear, el aire libre siempre me anima y me da esa energía tan necesaria a veces para seguir tirando.
Como no tenía mi foto del día salí a ese grato paseo con mi cámara en el bolso. Y yo, esto es una confesión que pocos hasta hoy conocían, no soporto llevar la cámara por la calle y hacer fotos. Si, no tengo espíritu de reportera, me siento mucho más cómoda en espacios que yo pueda controlar, donde la gente no me empuja, ni me mira, ni me pone nerviosa porque creo que van a matarme por hacerles una foto...simplemente me gusta disparar relajada y tranquila, y la calle llena de gente no me ofrece esa calma.
Así que ya de vuelta, en esos callejones solitarios que abundan en mi barrio, empecé a mirar a las paredes y pensé: estas no se moverán un ápice por mucho que dispare. Me encantaron las sombras que se dibujaban en ellas, me hablaban y me aportaban la paz que hoy necesitaba. A ellas mi foto del día.
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| EXIF: Nikon D7000; 1/80; f 2,2; 50 mm; ISO 800; 0 EV Iluminación: Luz de farolas Postproducción: Niveles, contraste, balance de blancos, brillo y recorte. |
Espero que os guste,
Hasta mañana.
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