Hoy vuelta a la jornada laboral, esta vez ya sí, con frío. Si hay algo que me gusta de esta época, que he de reconocer que no es mi preferida del año, es la textura de la ropa que usamos para abrigarnos.
Esto es así porque durante muchos años, el hecho de vivir en Barcelona, con temperaturas bastante más suaves, no me ha permitido disfrutar de esa ropa de abrigo, más bien al contrario. Llegabas a odiar el picor de esos tupidos tejidos por que no hacía tanto frío como para que realmente hicieran su función.
Hoy cuando ya me cambiaba para volver a casa, me he dado cuenta de cuan grato es, sabiendo lo que te espera al salir a la calle, arroparte con esas bufandas enormes de lana, que durante un tiempo he llegado a odiar.
Así que hoy mi foto va dedicada a esos tejidos, por el calor que me aportan, y porque no reconocerlo, por ese entramado simétrico y perfecto con el que están hechos.
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| EXIF: Nikon D7000; 1/100; f1,8; ISO 320; 0 EV Iluminación: Luz de bombilla Postproducción: Contraste, Brillo, Niveles , Balance de blancos y Recorte. |
Espero que os guste.
Hasta mañana,
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