Hoy era día de volver a la rutina. Todo debía ser fácil. Rutina, trabajo, regreso. Era Lunes.
Pero no, la lluvia interrumpió en la primavera soleada a la que nos habíamos acostumbrado, y de paso en nuestro lunes de rutina.
Las gotas caían incesantes, mi piel se humedecía, mi ropa se empapaba, mis armas habituales no podían defenderme.
Adoro la lluvia, el agua, los días grises pero hoy no era el día. Hoy no lo necesitaba.
Aún y así mi homenaje hoy a esa molestia insidiosa que me fastidió la vuelta.
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| EXIF: iPhone5;1/60; f 2.4; 4,1 mm; ISO 60; 0 EV Iluminación: Luz día nublado. Postproducción: Saturación, niveles, contraste, brillo, recorte y viñeteado. |
Espero que os guste.
Hasta mañana,
Como decía aquél, hay quién pasea bajo la lluvia y hay quien se moja al caminar, lo difícil discernir el momento. Tal vez caminamos tan deprisa que la hermosura de la cotidianidad se transforma sin querer en molesta sensación. Las cosas, las situaciones, los instantes, no vienen cuando se necesitan, simplemente vienen, aceptarlo o no, y de cómo hacerlo, depende exclusivamente de nosotros, pero es tan difícil..
ResponderEliminarCuanta razón en tus letras!! Gracias por la reflexión...a mi me gusta pasear bajo la lluvia, pero a veces el chaparrón es inevitable...y cierto, en ese momento sólo debemos aceptar que tardaremos algo más en secarnos...pero no siempre nos sale a la primera!
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